TOREO, EL MEJOR ESPECTÁCULO PARA LOS SOGAMOSEÑOS

TOREO, EL MEJOR ESPECTÁCULO PARA LOS SOGAMOSEÑOS

TOROS&ARTISTAS EN PROVINCIA.

VIERNES 22 DE MAYO 2.015.

Rememoremos la historia taurina de Sogamoso a partir del 7 de enero de 1864, año en el cual, y de acuerdo con los apuntes de la época de don Jesús Avella, los jóvenes sogamoseños derrochaban valor enfrentándose a bravos toros llaneros, en el marco de las fiestas patronales, las que ya por esos tiempos eran calificadas como las mejores del Reino .

Al no encontrar escritos ni pinturas que hagan alusión al propósito que nos anima, sin más preámbulos lidiemos y coloquémonos 66 años después de la fecha mencionada, aclarando eso si que nos ha tocado abrirnos de capa , con lo único que está a nuestro alcance, que no es otra cosa que la maravillosa y privilegiada memoria de los sogamoseños de vieja data , quienes gentilmente han aceptado torear en el tiempo y la distancia de los recuerdos en lo que fue el Sogamoso torero de ayer.

Suamox, Ciudad del Sol , con motivo de sus tradicionales y bien ponderadas festividades veintejulieras, acostumbraba echar la casa por la ventana . La plaza de mercado -hoy plaza de la Villa- era cercada en su totalidad con maderos para convertirla en plaza de toros, donde bajo sus amplias graderías aparecían las famosas cantinas, que cada quien decoraba con su particular estilo para ofrecer a lugareños y forasteros de todo como en botica , y al decir de todo es todo, incluidos los camastros donde los borrachitos echaban hasta uno y dos motosos , dejando eso si hasta el último rial .

En el centro de la plaza de toros nunca faltó la altísima vara de premios , que año tras año se convirtió en la ilusión de muchos y en la realidad de muy pocos.

La banda de músicos de Sogamoso, junto con las llegadas de las poblaciones vecinas, rasgaban con sus notas fiesteras los aires de la tierra del Sol, destacándose siempre, al ocupar el primer lugar, la de Nobsa, creada y patrocinada por el cura párroco de esa localidad, padre Camacho.

Las residencias con balcones sobre el marco de la plaza se consideraban privilegiadas. Estas eran alquiladas con meses de anterioridad a los festejos por las familias más pudientes de la época, que acostumbraban a situar a la prole en lugar de privilegio, pero eso si por encima y lejos del populacho.

Los blancos propietarios de hatos en los llanos nunca caparon fiestas de Sogamoso. Los 15.000 novillos que traían para vender siempre eran esperados como una bendición, puesto que los dineros de su venta se quedaban en el comercio de Sogamoso.

Merece especial mención el blanco Pipí Reyes, uno de los ganaderos más ricos, quien tenía como norma lavar a los caballos con champaña, pero de la francesa.

En medio de tanto jolgorio y opulencia monetaria, demostraron arte y valor los siguientes diestros : Rómulo Hernández El torero del 86 , Luis Chaparro El zorro , Virgilio Ruiz El tigre , Ernesto Bernal El Tamal -quien ya por aquellas calendas sorprendió a entendidos y profanos al torear a los bravos llaneros en la increíble suerte de la garrocha, recurso hasta el momento desconocido en La Roma de los Chibchas y el país taurino-, Francisco Peña El tarnelo -quien emuló en franca lid, en la monta a pelo limpio de los poderosos llaneros, con Segundo Mesa El hijo de la furia -, Ricardo Hurtado Granadino -a quien nunca irrespetaron las astas de los toros, pero quien, aunque parezca increíble, por esas cosas del destino vino a morir por un panelazo que le atinó un despistado borracho-, Rafael Vargas, Nepomuceno Rodríguez El puno , Marcos Estepa y El católico . Cada quien en su personal estilo divirtió a su manera a la parroquia.

La muerte de Corazón En esa antigua plaza de toros -hoy plaza de la Villa- también capearon en forma alegre y torera Joselito Orduz, Luis Espejo, Pacho Avila El jorobado , Plutarco Pérez Barrera Corazón -quien se acredita nota especial por ser el primer sogamoseño muerto por asta de toro, de la Candelaria para más señas, ante la perpleja mirada de los miles de espectadores que ocupaban las gradas de la plaza-. Podemos agregar que Corazón fue vencido por la efímera gloria de una tarde veintejuliera y de certera cornada del llanero que, como era apenas natural, en aquella época ni nombre tenía.

Muy cerca al teatro Sogamoso, en la solariega casona del General Reyna se armó un circo de toros. Allí bregaron de capa, por ser los primeros en el corazón de las adolescentes sogamoseñas: Alejandro Chaparro La dolorosa , Tito Pablo Barrera El diablo , Salomón Porras El charro negro -el primer banderillero sogamoseño-, Agustín Esteban El catire de perros de agua , Luis Francisco Barrera El enchichao -quien siempre representó a Mochacá y sus alrededores-.

Aparecen luego, como aficionados prácticos en el difícil arte de lidiar toros bravos dentro del marco de las festividades de San Martín de Tours, los jóvenes: Benjamín Peña La flor del trabajo , Pablo Eduardo Mesa Ladrillo -quien tiempo después se vio obligado a lidiar a una sola mano -, Dimas Avella El divino rostro -siempre acompañado por su carnal Gonzalo El negro Salamanca-, Alberto Sánchez Talabarterito de Sogamoso -el primer coletudo sogamoseño en chantarse el traje de luces de pura confección española-, Ramón Barrera El indio veloz , los hermanos Ismael y Enrique Chaparro.

Mario Díaz El sapo , su diminuta y esférica figura fue siempre recibida con las más sonoras carcajadas las que luego se tornaban en salva de aplausos a raíz del valor demostrado por este pequeño gigante de los ruedos, autentico maestro en lidiar los toros a base de fantásticas piruetas.

Un tiempo después -pero desde luego, no mucho- aparece en los ruedos de Sogamoso, México y España El mataor Aureliano Salamanca Riveros.

Don Pedro Calderón El caballero en plaza , equitador de alta escuela, borda el toreo a la jineta en las doradas arenas de la plaza de Santamaría, al igual que en las de Manizales, Medellín y las más importantes de Colombia.

Aparecen los maletillas Siguen desfilando en el historial taurino sogamoseño novilleros que marcaron con sus actuaciones, buenas, regulares o infortunadas odiseas taurinas llenas de dicha, alegría, valor y, en algunos casos, de incertidumbre y sufrimientos. Recordemos a Efraín Olano, Raúl Velásquez, Alvaro Vargas, Miguel Angel Carrión, Manolo Caro, Carlos Díaz Patas largas -muerto a la postre en accidente de trabajo en Acerías Paz del Río-, Aurelio Gutiérrez, William Vargas, Luis Macías, Tito Valderrama, Julio Lemus El niño del barrio -quien siempre contó con médica de cabecera-, Gustavo Pérez Gallito II , Salvador Díaz Er Pepe , Leonel Jiménez El tipógrafo , William Chaparro Burro negro , Paco de Francisco, Hector Julian Chaparro, Nacido en Iza, Fabio Montañez El masato , Hermeregildo Molano El muelas .

Atraido por el corazón de una sogamoseña, del Tolima grande llegó Bernardo Acevedo El trianero , quien termina siendo hijo de Sogamoso.

Jhon Jairo Cadavid y Oliverio Cruz, sin ser sogamoseños, marcaron toda una época al ser, hasta el momento, los únicos novilleros que vivieron una huelga de hambre para obligar a los empresarios de la Pradera a que les dieran una oportunidad de torear. Al final, terminaron pasaditos de kilos, gracias al gran corazón y las bondades culinarias de doña Lucrecia Rodríguez de Mesa.

Como amo y señor de toda la comarca, Michín fue el rey de los toreros bufos.

Ernesto Pérez Carnicerito de Sogamoso fue un mantero increíble donde pisó plaza.

Mujeres en el ruedo La mujer sogamoseña también derrochó arte, belleza y valor sin igual. Pepita Vergel fue apodada La maravilla del toreo sogamoseño . Merecen mención especial las féminas sogamoseñas que en su momento se amarraron las naguas y en forma temeraria y valiente emularon con los varones en la monta de los toros a pelo limpio, tal el caso de Eva Samaniego, quien siempre se hizo acompañar de su comadre La tirana y la colaboración siempre oportuna de María La rabo e candela . Se llegó a decir que las fiestas de Sogamoso sin la presencia de este trío no eran fiestas.

Nubia Soto, bellísima joven sogamoseña, en su momento y por sus andares al partir plaza, fue conocida como La diosa rubia del toreo .

Tiempos después aparece Vicente Salamanca -quien dice ser sogamoseño, pues nació en la esquina del vallado, cerca del aeropuerto Alberto Lleras-.

Han sido banderilleros: Robinson Fernando Chorro de humo y Wilson Chaparro El piña , que hoy goza de merecido prestigio a nivel nacional.

Así llegamos a nuestros días, donde César Camacho recibe la alternativa en la plaza la Pradera de Sogamoso. Sigue activo, cosechando triunfos y por estos días dejando muy en alto en plazas de España el pendón taurino de la Ciudad del Sol.

Recientemente han aparecido en el firmamento taurino colombiano dos jóvenes sogamoseños, redondeando triunfos a granel, cada uno en su especialidad: Juan Manuel Pérez, novillero, y Fernando López, como rejoneador.

De  Sogamoso y sus alrededores han salido muchos toreros unos estan en activo, otros ya retirados. Recordamos a Gustavo Perez, Salvador Diaz, Héctor Chaparo, Paco de Francisco, Cesar Camacho, ¨El Choni´, Pablo Barrera, Carlos Rodriguez, Enrique Chaparro, Wilson Chaparro (Banderillero).

Aquel tragico 20 de julio de 1987, cuando el toro ¨Monin¨, hirio gravemente al maestro Pepe Caceres, Hector Chaparro, actuaba como sobresaliente junto con Luis Ritter. Ese dia el cartel estaba integrado por: Pepe Caceres, Antonio Jose Galan y el rejoneador Dayro Chica. Lidiando toros del Capiro de Sonson.

Plazas y empresarios Esta croniquilla quedaría brocha de pitones si no incluimos a los empresarios taurinos sogamoseños: Luis Spolidore Chichico , Jacinto Martínez, Rómulo Hernández, Alvaro Vargas, Luis Vargas Patojo , Ramón Cortés, Laureano Gómez, Carlos Cepeda, Alejandro y Pedro Vargas, Tito Valderrama. Tampoco podemos dejar de mencionar a los ganaderos de reses de casta de Sogamoso: hermanos Calderón Candelas , Ramón Cortés Selva alegre , Fernando Reyes Isaza Suescún .

Y qué decir de las plazas o circos de toros que fueron escenarios del trajinar taurino sogamoseño. Las plazas de mercado -hoy plaza de la Villa y plaza 6 de Septiembre-, el circo de toros que funcionó en la casona del General Reyna -hoy Banco de Colombia-, la de Jacinto Martínez -hoy carrera 9 entre calles 15 y 16-, el circo de toros que se armó en la casa de doña Alicia Peña de Reyna -hoy Hotel Litavira-, plaza de toros Granada -frente a las antiguas instalaciones de la cárcel-, la que se montó en las antiguas instalaciones del Colegio de Sugamuxi -en la plaza de la Villa-, la plaza de toros Vista Alegre -donde hoy funciona el conjunto residencial del Seguro Social-.

Las giraldas , plazas montadas por Alvaro Vargas Pérez, merecen su capítulo aparte: La Giralda I -hoy estación de servicio Sogamoso-, La Giralda II -hoy estación de servicio de Gabriel Rodríguez-, La Giralda III donde en su momento se presentó El Empastre -hoy plaza de mercado-, La Giralda IV -hoy cuartel de la Policía-, La Giralda V -hoy Estación de Bomberos-, La Giralda VI -instalaciones hoy de Coflonorte-. Así llegamos al año 1968, donde surge serena pero majestuosa la plaza de toros la Pradera.

En 1971, el Concejo de Sogamoso no autorizó las festividades al igual que la feria taurina en la Pradera. Al instante se arma el circo de toros La Villita, plaza que fue conocida con el nombre de Gavilán , en honor a quien la armó, Gabriel Castro Gavilán .

Para finalizar solo nos resta decir: Ahí queda eso , como ejemplo a superar por las nuevas generaciones en todo lo que tiene que ver con el espectáculo taurino, pues quienes los antecedieron en verdad que lo hicieron con lujo de detalles.